¿Qué es "educación"? ¿Cómo educamos?

octubre 11, 2020

(Actividad 8)

Siempre que nos preguntamos algo acerca de un concepto abstracto y de todo lo que a este le rodea, sentimos que es difícil acertar con las palabras para definirlo. Hoy, como estudiante de este máster, y futura “profe” en Secundaria, me encantaría deciros qué es para mí la Educación.

Es inevitable que a la hora de definir “Educación” y “educar” no se me vengan a la mente recuerdos felices de las aulas por las que he pasado durante toda mi vida. Entiendo que la Educación es formación, conocimiento, desarrollo, crecimiento y evolución, pero a mí lo que se me viene a la mente es la ternura con la que ciertos profesores nos enseñaron a leer, la emoción que a otros se les notaba a la hora de plasmar su materia en las clases y es también la compañía que sentíamos entre todos como alumnos y educadores dentro del aula. La Educación es saber aprender y saber formar, pero siempre a través de sentimientos. Para mí no hay nada de ello que pueda eliminarse. Y esos sentimientos, que debe transmitir tanto el profesor como el alumno, pueden ser negativos o positivos. De hecho, deben ser negativos o positivos. No todo nos gusta, no todo nos apasiona y no todo nos interesa, y así debe ser. Nosotros, los profesores y futuros profesores, debemos guiar y conducir a nuestros alumnos a los intereses, a los conocimientos, al respeto, a la tolerancia y a otros tantos valores que hemos de tener y han de tener.

Dejadme hablar de lo que la Historia nos han enseñado respecto a ello. Creo que para educar hay que tener muy presente nuestro pasado. No todo era antes un clima de tolerancia y respeto. Además, no todos podíamos acudir a las escuelas para aprender a leer y a escribir. Entonces, ¡valoremos la Educación y lo que ella significa dentro del sistema estatal y económico de nuestro país! Aprendamos de lo que la Historia nos ha enseñado a valorar y sintamos la Educación como nuestra porque sin ella estamos perdidos.

A propósito de ello, hay que tener claro cuáles son esos valores que debemos tener para desarrollar un proceso de enseñanza y aprendizaje ideal. En cuanto a ello, se nos han proporcionado tres guías que relatan cuales son los valores que más tienen en cuenta los adolescentes en su vida diaria para abordarlos a la hora de trazar una línea educativa que les lleve a reflexionar sobre los mismos y sobre lo que nosotros les pretendemos inculcar a raíz de ellos:

- Guía de la Fundación SM

- Guía del INJUVE

- Sondeo “Jóvenes, valores y ciudadanía”

A partir de estos sondeos lo que se ve es que los tres grandes aspectos que valoran más los jóvenes son: la familia, la salud y la amistad. De igual manera, durante los últimos años ha decaído su preocupación por “ganar dinero” y la religión y la política siguen siendo los aspectos menos relevantes a tener en cuenta por ellos mismos.

Estoy de acuerdo con nuestros jóvenes. Una de las cosas que más me preocupaba cuando estaba en el instituto era tanto mi vida social como mi vida familiar. Es por tanto importante que eduquemos a nuestros alumnos, a partir de estos preceptos, en valores como el auxilio al prójimo, la empatía y la solidaridad; valores que son importantes a la hora de trazar una vida social y familiar consistente, que nos lleva a otro valor más, y más importante: la felicidad. Todos debemos ser felices, independientemente de lo que nos interese, lo que nos guste y lo que queramos y, por tanto, debemos ser capaces de no hacerle la vida imposible a los demás e incluso debemos ser capaces de facilitársela a cambio de nada, simplemente la satisfacción de hacerlo.

En cuanto a la religión y la política, creo que son valores de los que no deberíamos desprendernos del todo. Si algo sé bien después de haber realizado mis estudios en Historia es que todo ser humano es un ser político, quiera o no quiera, y está en manos de la Educación no inculcar una determinada ideología sino hacer pensar al alumno en todas las ideas que el ser humano ha ido desarrollando a través de los siglos, al igual que ocurre con la religión o las religiones. En todo este debate de religión y política siempre surge algo bueno y un valor muy importante para mí: el pensamiento y conocimiento crítico.