La Educación en Castilla y León

(Actividad 4)

A propósito de la tercera sesión de nuestro curso y en consonancia con lo aprendido acerca de las políticas educativas llevadas a cabo en España durante casi medio siglo, hoy abordaremos el tema de la Educación en Castilla y León y sus peculiaridades frente a otros subsistemas educativos del país.

La educación en Castilla y León es una de las mejores de toda España, o al menos así lo ha venido demostrando el informe PISA año tras año desde el año 2006, superando tanto las medias españolas como las medias de la UE y de la OCDE.  En este mismo año 2020 se encuentra, de hecho, en el puesto 17 de la clasificación internacional, con un nivel de rendimiento escolar similar al de países como Alemania o Noruega.


En lo referente a nuestro país, parece que se encuentra a la cabeza de las Comunidades Autónomas en materias como Ciencias, Comprensión lectora y Matemáticas. Sus resultados superan con creces la media estatal y se equiparan con los niveles de países como Finlandia o Japón (los cuales poseen también buenos puestos en el ranking internacional).



Sin embargo, la pregunta es: en un territorio como Castilla y León donde el nivel de renta per cápita es bastante inferior al de otras comunidades como el País Vasco, Madrid, Navarra o La Rioja, ¿cuál es la clave del éxito? ¿Dónde están los fallos? Este es el debate que intentaremos analizar hoy a través de distintos enlaces que más tarde reseñaré y la tesis doctoral de Foces Gil y sus conclusiones acerca del éxito educativo de nuestra comunidad.

En 2015, tras la publicación de estos mismos datos en el informe PISA, las declaraciones del entonces consejero de educación de Castilla y León, Fernando Rey, fueron esclarecedoras: el orgullo del trabajo bien hecho se sumaba al deseo de mejora. Foces Gil insiste de hecho en esa idea: la tradición social y cultural de Castilla y león ha hecho que las familias de nuestro alumnado impulsen sobremanera su educación y tengan en más alta estima al profesorado. A ello se une el hecho de que Castilla y León ya desde el siglo XIX tenía grandes índices de alfabetización frente a otras regiones de España.

Sin embargo, hay que conocer muy bien qué es lo que estamos haciendo ahora a partir de esas premisas, qué es lo que se está haciendo bien y lo que se debe mejorar.

Uno de los puntos fuertes de nuestra educación es la buena formación de nuestro personal docente, motivado e implicado en su trabajo. Asimismo, la buena preparación de los educadores y los altos y duros niveles de las oposiciones generan una dinámica donde sólo los mejor preparados y los que más experiencia han ido adquiriendo consiguen una plaza.

Por otro lado, hay que aclarar que Castilla y León y sus consejeros en Educación han insistido siempre en buscar la equidad del sistema por lo que se ha conseguido que no existan grandes diferencias entre alumnos de familias nativas y alumnos cuyos padres hayan sido inmigrantes. La paridad entre todos es importante en una tierra que, con tendencia demográfica descendiente, se nutre de la inmigración para evitar la extinción rural. Tampoco hay apenas diferencia de resultados entre colegios públicos y concertados, ni entre colegios urbanos (de centro o de barrio) y rurales. Esto pone de manifiesto un enorme esfuerzo por equiparar distintos contextos dentro de un mismo marco, atendiendo al carácter polifacético de la comunidad.

Partiendo de ello, podemos atender a otro punto fuerte como es el de la dispersión geográfica. Contra todo pronóstico, el bajo ratio de alumnos/profesor en un medio rural y disperso como el castellano-leonés hace que la atención individualizada sea posible en muchos más casos. Además, esta situación ha hecho que durante mucho tiempo se haya puesto el acento en la mejora del currículo a nivel regional y de la enseñanza de lenguas extranjeras, en la promoción de políticas de fomento de la convivencia escolar y en el impulso del éxito educativo de los estudiantes.

Hemos de añadir también que el absentismo escolar no parece propio de nuestra región. Hay un bajo grado de absentismo escolar y ello se relaciona estrechamente con el rendimiento de nuestros estudiantes. Así lo expresa Foces Gil, y añade que el absentismo escolar de Castilla y León es mucho más bajo que en el resto de España e incluso que en la OCDE.

Sin embargo, ante tanto aparente buen resultado, también hay que tener en cuenta los puntos débiles de su educación.

Para empezar, si bien se asemeja en resultados, por ejemplo, a Finlandia, en cuanto a metodología y desarrollo dista mucho del modelo finlandés. Las evaluaciones siguen un patrón de proyectar conocimientos adquiridos en las distintas evaluaciones a través de pruebas y exámenes, en vez de permitir al alumnado desarrollar sus capacidades críticas y su curiosidad por aprender de manera libre y autónoma. Las aulas siguen asemejándose a lugares de trabajo donde los niños permanecen sentados una media de 5 a 6 horas diarias, sin espacio para la creatividad y el desarrollo motriz y artístico.

Asimismo, a pesar del esfuerzo por desarrollar el bilingüismo en las aulas (1 de cada 2 alumnos estudia en un centro bilingüe), a día de hoy el sistema produce más fallos en el proceso de aprendizaje que ventajas. Para ello, siempre trabajando en positivo, hay que partir de lo que ya se ha conseguido y trabajar desde los centros que ya manejan dos idiomas. La solución para la mejora de un idioma extranjero no pasa por la imposición del mismo en asignaturas donde el alumnado necesite adquirir completamente los conocimientos y competencias impartidos.

Por último, la falta de medios y recursos suficientes sigue siendo el gran problema de la educación en Castilla y León. Una tierra que disminuye su número de habitantes cada año y que tiene menor capacidad adquisitiva tributaria puede solventar difícilmente algunos de los problemas que se presentan en materia de Educación. Aun así, los esfuerzos por optimizar las partidas presupuestarias para educación siguen siendo una de las máximas de la Junta de Castilla y león.

Por todos estos factores, podríamos concluir que los altos niveles del sistema educativo de Castilla y León son dados por un compendio de medidas que se han ido trabajando desde principios de siglo XX hasta nuestros días. Y, aunque aún haya problemas a los que dar solución, ante todo, podemos afirmar que los resultados de nuestra educación reflejan el esfuerzo conjunto y cooperativo entre padres, profesorado y alumnos.

 

Enlaces de interés:

-          https://www.larazon.es/castilla-y-leon/20200723/7cmabsbjwbenxlterl4eunfbsi.html

-          https://lacronicadesalamanca.com/256765-la-educacion-de-castilla-y-leon-a-la-altura-de-japon-y-finlandia/

-          https://www.elnortedecastilla.es/videos/castillayleon/201612/06/castilla-leon-mejor-espana-5237858947001-mm.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.bing.com%2Fsearch%3Fq%3Dla+Educaci%C3%B3n+en+Castilla+y+le%C3%B3n+la+mejor+de+espa%C3%B1a


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