El I.E.S. XOÁN GONZÁLEZ
(Actividad 9)
No
todas las actividades iban a ser tan serias como las que venimos reseñando ¿no?
Hoy toca ponerse manos a la obra con algo un poco más divertido. Durante el
desarrollo de la Séptima Sesión de la materia que nos ocupa nos hemos divido en
tres grandes grupos de trabajo para crear un Centro escolar. Sí, sí, tal y como
estáis leyendo.
En
primer lugar, nos convertimos en profesores,
alumnos, madres y padres, directores, secretarios y todos aquellos miembros
pertenecientes a lo que se nos ha presentado como “Consejo Escolar”. Y todo
esto ¿para qué? Adéntrate conmigo bajo las paredes de un instituto único.
Estás entrando en el I.E.S. Xoán González, un instituto de carácter público en el
maravilloso pueblo leonés de Sahagún.
Y paremos aquí un momento. Pensemos en por qué hemos decidido que este sea el
nombre de nuestro centro y por qué de carácter público. Sin duda, el nombre del
centro puede ser motivo de chiste, ya que nuestro profesor de esta materia se
llama de esta manera, pero evidentemente tiene una relación directa con los
valores que creemos que nos inculca y que nosotros hemos decidido plasmar más
adelante en las bases de nuestro proyecto educativo. Además, hemos decidido que
sea un centro público, quizás porque todos nosotros acudimos a un instituto
público en nuestro tiempo, pero creo que también está detrás esa idea que todos
tenemos de que lo público es siempre de mayor calidad, sin pararnos a pensar en
los intereses que podría tener el vecindario o vecindarios de tal o cual zona
de Sahagún y los valores que muchas veces inculcan otros tipos de centros que
no tienen por qué ser religiosos.
Por otra parte, nuestra idea de establecer el centro en una zona de un medio rural, como es Sahagún, también se debe a conectar este pueblo más grande con otros tantos que se encuentran entre la provincia de León y de Palencia y que tienen pocos o menos habitantes que esta pequeña urbe. Es por ello que incluimos en nuestro programa tanto la enseñanza en Secundaria como en Bachillerato.
Estuvimos
de acuerdo en que para nosotros la Educación tenía mucho de conocimiento, de
moralidad, de saber, pero sin duda consideramos que era muy importante aquello
que conocemos como “inteligencia emocional” y en ello basamos nuestra
definición de educación:
“Proceso de enseñanza de valores, además de conocimientos teóricos,
basados en la experiencia y enfocados en el desarrollo de capacidades
intelectuales, morales y emocionales”
En
base a esta definición, había que defender una serie de valores que casaran con la situación del centro, su nombre y las
características propias de este y de sus alumnos. Para nosotros, coincidiendo también
con la opinión que los chicos tienen sobre ciertas cosas de la vida, los
valores primordiales son: la vida moral
digna, los estudios, la familia, los amigos y la salud. Todos ellos son
pilares fundamentales para desarrollar nuestra vida de una manera armónica
tanto con los que nos rodean, desde la empatía y la cooperación, como con la
naturaleza y el espacio físico en el que vivimos, por ello condenamos también
otros comportamientos tan negativos como el consumo de drogas o la violencia de
género.
Tampoco
es importante en nuestro centro la calidad de los resultados a los que lleguen
nuestros alumnos sino su superación personal a través de esos estudios y de
cualquier otra experiencia que les haga adquirir otras habilidades tan válidas
como las que acostumbramos a ver en este mundo moderno e industrial. De hecho,
nuestro programa está adaptado a todo tipo de situaciones familiares o de
alguna otra casuística que tenga que ver con el alumno y su entorno, y entre
nuestras filas, en el consejo, contamos incluso con una madre adolescente que
junto a nosotros lucha por la mejora de nuestro proyecto educativo.
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